
Por Mónica Parra
Misticismo, cultura y aventura son tres características de la tierra caqueteña. Este departamento, se ha encargado de contar una historia de resiliencia, pasión y apropiación cultural que ha transformado al pulmón del mundo en un centro turístico, que invita a los colombianos a vivir experiencias que los conecta con sus raíces a través de una tierra que canta el Sanjuanero y baila sus danzas en las calles pintadas de ilusión.
Según el Ministerio de Turismo, durante el 2019, Colombia aumentó un 2,7 por ciento durante enero y octubre el número de visitantes no residentes en el país con respecto al 2018, y se espera cumplir la meta de 4,6 millones de visitantes.
Para el 2020, Colombia se proyecta en uno de los destinos más recomendados para viajar y se codea con países como: Croacia y Egipto. En ese sentido, las regiones internas del país han tomado gran relevancia a la hora de recibir turistas como lo es el caso del Caquetá, una tierra que ha cargado durante años una historia única en la que explotaron su potencial después de años de conflicto y hoy, se empodera convirtiéndose en un destino imperdible no solo para colombianos, sino también para extranjeros.
Gracias a esto, Florencia, Montañita, Doncello, entre otros municipios del Caquetá, se convirtieron en un sendero de turismo ecológico, sostenible y amigable que invitaron no solo a los colombianos sino también extranjeros, a conocer especies endémicas, animales autóctonos del Amazonas y gastronomía representativa de la región con el fin de dignificar su historia y lucha.
En la capital de Caquetá, se cuenta con espacios turísticos como el Manantial Caquetá, ubicado en la vereda el Manantial del corregimiento el Caraño a tan solo cuatro kilómetros de la capital Florencia. Esta reserva comunitaria que a través del trabajo en conjunto con diferentes aliados de la región, de fincas aledañas y la comunidad indígena, han construido un espacio ecoamigable, que invita a sus visitantes a vivir experiencias únicas en la naturaleza guiados por dos comunidades indígenas – cada una en un momento diferente- a través de paisajes, caminos e historias que llenan de aventura y conocimientos ancestrales, haciendo de esta visita una experiencia única.
Gracias a este auge turístico que está viviendo la región, la propuesta gastronómica y hotelera se ha fortalecido, con el fin, de recibir a sus visitantes con espacios cómodos que permitan el descanso entre cada recorrido que enamorará con la picada de la manigua a sus visitantes. No se asusten, la manigua es un ser mitológico que con su picadura hace que quienes van al Caquetá, nunca se quieran ir.
Entre los planes que hay para visitar este mágico destino, están:
Restaurante y Hostal la Calera Amazónica: un mirador que permite gozar de gastronomía natural acompañados por especies de monos traviesos y curiosos que visitan su mesa en búsqueda de compartir su plato, además de eso le permite diferentes actividades como senderismo y baños en aguas cristalinas además de disfrutar la playa del río Hacha.
Balneario Las Pailas: ubicado a doce kilómetros de Florencia, en la vía que conduce hacia el municipio de Morelia, este balneario permite explorar quebradas y vegetación autóctona de la región.
Reserva Natural y Ecoturística «Las Dalias»: ubicada en el municipio La Montañita, Vereda Los Morros. La reserva ofrece atractivos naturales como arroyos, 5 cuevas naturales, una cascada, un cañón natural formado por un arroyo llamado Cajona; y la flora y fauna típicas de la Amazonía: guaras, borugas, armadillos, variedad de primates, ardillas, erizos, variedad de mariposas, insectos y aves.
Reserva Natural y Ecoturística El Horeb: Esta ubicada a 7 kilómetros del casco urbano del municipio de Belén de Los Andaquíes, esta asombrosa reserva permite gozar de aguas frescas y cristalinas. En el área se puede practicar el senderismo interpretativo, el avistamiento de aves, mamíferos, mariposas, murciélagos y flores silvestres.
Portales del Fraguita: Ubicado cerca de San José del Fragua. Es un camino de agua que se divisa entre dos montañas. Se dice que se formaron cuando el río Fraguita logró atravesar la roca y formó paredes de aproximadamente 50 metros de altura a lado y lado. Cuenta la leyenda, que las paredes son dos seres que se amaron y que todavía se siguen adorando mirándose fijamente el uno al otro.
Por estas y más atractivos turísticos, no te pierdas de conocer el Caquetá, una tierra que cuenta con personas calurosas, alegres de recibir invitados que no durarán de hacerte conocer un paisaje único, cargado de historia y amor.